Me desperté en casa de mi abuela, por que me había quedado a dormir. Mi abuela me dijo que había venido un vecino nuevo a la casa de la planta de arriba. Una vez, cuando mi abuela no estaba, picó a la puerta. Iba vestido con mucho colorido. Entonces me cogió bruscamente de la mano y me llevo a la parte de atrás del edificio. Me dijo: Haz lo que te diga, tienes que entrar en la cafetería de enfrente y robar una caja que hay en una
habitación tras el mostrador. Si lo hacía, pasaría la prueba, si no me fusilarían. En cuanto se alejó me fui corriendo a casa de mi abuela, que ya estaba en casa. Me vio nervioso, me preguntó que me pasaba. Yo dije con voz cortada: Nada. Entonces me dispuse a ir a la cafetería. Cuando llegué, estaba todo normal. Con mucho susurro, entré, asomé la cabeza por la puerta de la que me había hablado el vecino y me encuentro con que hay dos hombres mirando una ametralladora. Seguí alucinado cuando, de repente, me cogieron del cuello y me dijeron: Que **** haces aquí, no contesté. Me echaron a patadas de la cafetería, entonces me fui corriendo a casa donde llegue y me cerré en mi habitación sabiendo que mi tumba ya estaba excavada. Me recosté un poco sobre la cama pensando en la vida pasada. Cuando me di la vuelta para ponerme mas cómodo veo a mi vecino asomando por la ventana (Mi casa esta en un bajo) pegué un sobresalto y me dijo: Qué, lo has conseguido, yo no contesté, el me grito: haber sordo, HAS CONSEGUIDO LA CAJITA DE UNA PUTA VEZ! yo le dije no he podido. Me propuso otra cosa, me dijo: mañana, cuando vayas a el instituto, matas al director, No cuentes Nada! Nada! Nada! de lo pasado a nadie. Entonces, salí y me puse a ver la tele cuando me salieron unas lágrimas. Mi abuela me dijo: que te pasa? Y yo, le dije: Nada, cosas mías Ella insistía para que se lo contase pero no podía hacerlo.

Cuando llegó el siguiente día, llegué al instituto como siempre, a las ocho y media, fui al despacho del director y llegué llorando. No pude más y se lo conté. El cogió y marchó, yo le dije, que no puedes y el no contestó. Al volver del instituto, el director todavía no había vuelto. Entonces, como siempre fue a casa de mi abuela y mi abuela y mis padres ya estaban alli y sabían lo que había pasado. Comimos y luego, un coche grande, rojo y blanco, aparcó bruscamente en la plazoleta que hay enfrente de la casa. Les dije a mis padres que eran ellos y se sorprendieron y dijeron: EL VECINO! Entonces mis padres no me creyeron y conversaron con el normalmente. El vecino dijo: Queréis ir a tomar algo a el bar? Mis padres dijeron que si, y el dijo: Pues id tirando para allá que llego yo en seguida. Entonces me miro y me cogió, me tiró en el coche y arrancó. Le supliqué: NO! Por favor! NOOO! y él me dijo que callara o la muerte iba a
ser lenta. Me callé pero no paré de llorar. No veía por el cristal por que no eran trasparentes entonces el, se para, abre la puerta y me saca en una especie de nave industrial al lado de una ría. Entonces me lleva a ella y vi que había muchas personas, niños, adultos, incluso bebes. Y nos dijo que esperáramos. Entonces vinieron unos hombres, la verdad, con pinta de piratas y nos llevaron a fuera. Nos pusieron en fila mirando hacia la ría, entonces yo, me puse a correr para intentar salir de allí. Y entonces, el que nos iba a fusilar dijo si corres va a ser peor! entonces yo seguí corriendo y dijo: Tu lo has querido. Se subió a la ventana de arriba de la nave, cogió el fusil y empezó a dispararme. Aquí fue cuando me desperté