Navidad un sueño para reflexionar

Me paraba de mi asiento para bajar en el microbús, en la puerta de bajada a mi costado una persona sentado con cruce de piernas en posición intelectual. En el momento que hace el cruce de piernas me roza el pantalón blanco que llevaba puesto, queda manchado, lo miro fijamente esperando una disculpa y se hace el desentendido.
Le dije: -¡No sabes pedir disculpa!
- ¡No te he visto!, respondió, y se dio media vuelta.
Le dije no se qué y se fue para el asiento de adelante, donde había un grupo de 4 ó 5 colegiales, que en vez de colegiales parecían pirañas.

Allí empezó todo. Me puse muy nervioso y vi a mí alrededor, estaba en una zona peligrosa que ya la había visto antes (MEXICO CON SAN LUIS).
Los veía a los chiquillos murmurando entre ellos y presentía que algo sucedería, esperé que se detenga el bus y salí rápidamente antes de que arranque (pase por el costado de ellos).
Bajé del bus, corrí hasta doblar una esquina y presentía que vendrían por mí, así que me pare, agarre fuerte mi nextel y me di media vuelta a esperar que venga el primero.

De repente dobla la esquina un chiquillo a gran velocidad y lo neutralizo en la cabeza con el nextel, esperando que venga el siguiente.
Al parecer se asustaron los chibolos y comenzaron a correr (Me ubicaba dentro de un colegio que era inmenso como una pampa y varios bloques de aulas) , se perdieron dentro de los jóvenes que estaban haciendo cola para salir del colegio, eran aproximadamente entre 500 y 600 niños donde todos tenían el buzo del colegio y era difícil reconocerlos.
- ¡Ahora que hago!........A lo lejos veía un servicio de lavado de autos donde había un vehículo de la policía y estaba el conductor que era un oficial, me acerco y converso unos minutos con él .
¡Aquí me linchan! , ¡Tengo que salir antes de que se pasen la voz! Lo que atiné fue a agarrar fuerte mi nextel que era mi única arma den supervivencia y salir corriendo sin mirar atrás.

Comenzó la carrera, me encontraba solo y necesitaba algunas personas para que me resguarden. En el camino había un muchacho blanco, pecoso de cabello rojizo; y le dije que me ayudara y se ganaría un dinero, aceptó y trajo consigo a tres amigos más (con él eran 4).

Pasamos corriendo por la piscina del colegio y nos dan el encuentro los 4 ó 5 muchachos que estaban en el bus, lo único que atiné fue a agarrar a uno con la mano, levantarlo y tirarlo a la piscina y luego al otro.

Al parecer no sabían nadar porque se estaban ahogando, al ver que no salían me aviento y los saco sin vida uno por uno.

En ese momento se me vino a la mente un reportaje que había visto hace algunos días por la televisión en China, donde dos oficiales agarraban a dos personas que se habían ahogado los ponían en el hombro boca abajo y los sacudían hasta que sobrevivieron.

Nunca en mi vida había estado en una situación como esa, lo único que pude hacer es ponerlos boca arriba y darle los primeros auxilios.

No sabía cómo hacerlo, pero en el momento que bien manejaba la técnica. Agarré al primero comencé a verle el pulso, revivir el corazón, darle respiración y luego de unos segundos vino en vida.
Ahora me tocaba el segundo, este era el chico que lo había neutralizado en la cabeza, nuevamente con la técnica pero más rápido y más seguro porque hacía mucho tiempo fallecido. A las finales duró un poco más pero sobrevivió.

Estaba completamente seguro de lo que hacía y sabía que esas vidas no se perderían porque lo tuve claro en todo momento.
Los dejé con vida y salí corriendo sin acordarme a donde me dirigía.