Es un sueño largo, pero bien escrito. He procurado que no fuera confuso, sin embargo todo es auténtico, lo he escrito nada más despertar. Espero una respuesta, ya que intuyo que es un sueño importante para mi vida, que puede ayudarme a tomar una decisión vital.

El sueño:
Entro al edificio con mi padre. En el timbre le piden contraseña, pero le conocían. El Portal está tenuemente iluminado por una luz cálida. Subimos arriba, y llegamos hasta la sala. Se me presenta el hombre que conoce a mi padre. Parece un hombre importante, trajeado, con esa simpatía de "negocios", falsedad. Sin embargo, yo no la advierto, le doy la mano y le sigo el juego.

Ando por un corto pasillo. A mi derecha hay una sala con multitud de mujeres muy hermosas, mostrando de culo sus partes. Todas con la misma posición, inmóviles. Siento cierta pena por ellas, pero más excitación.

Paso a la sala. Es un comedor lleno de gente, elegante, tonalidad de luz oscura. Me siento en una mesa al lado de mi padre. Frente a mí hay una mujer mayor. A mi izquierda hay otra mesa, llena de jóvenes de mi edad. Están riendo y jugando a un juego, y yo sé cuál es. Es un juego que acabará en ****, como una especie de lotería al azar. Yo estoy mirando a mi izquierda y deseando estar allí.

Miro al frente. Tengo dos vasos de agua. La de la izquierda está salada, espesa y caliente. La de la derecha fría y salada. Pruebo los dos, y la mujer me dice que es más recomendable beber del vaso frío poca cantidad pero a menudo en la comida. Se trata de una comida de diseño.

Siguiente recuerdo….

Mi niño. Pequeño y con cabellos dorados, guapo. Es inteligente, equilibrado emocionalmente y bueno. Es tranquilo pero feliz. Es importante y yo he de protegerle. Esa es mi misión. Le quiero muchísimo. Le abrazo y lloro porque no puedo soportar separarme de él ni un segundo.

Estoy en el edificio de antes, concretamente en la puerta de entrada, que está abierto, dejando ver la puerta también abierta del ascensor. Le digo al niño que se vaya, que me espere fuera. Un hombre le da una bola roja al niño. Contiene su alma. El niño deja la bola en el ascensor, pero no entra él. La puerta se cierra. Ellos quieren robarle el alma. Bajo a toda prisa las escaleras, pero vuelvo a subir y cojo al niño. Entonces bajo a toda prisa hasta la planta baja. El ascensor abierto, pero ninguna bola.

Cojo el ascensor. Está bajando. Estoy solo. Llevo en la mano derecha dos bolsas de goma2 envasadas al vacío. Me las han dado ellos a propósito o ha sido un error suyo. Me preparo escondido allí dentro porque creo que van a disparar en cuanto se abra la puerta.

La puerta finalmente se abre. Estoy en el exterior, concretamente en una gasolinera. Quieren disparar. Yo corro y me lanzo para estar cerca de ellos, con las bolsas en la mano. Sé que no me dispararán si pueden explotar por los aires. Poco después, no hay nadie alrededor. Creo que van a explotarme, y elijo ser detenido. Dejo en el suelo las bolsas, manos a la cabeza, cuerpo al suelo.

Aparecen de la nada furgonetas blancas con policías que se acercan a mí, desde lejos.

Muchas gracias, espero una respuesta, les dejo mi correo por si quieren enviarla: ruben.ll.mi@gmail.com