Soñé que un maestro reiki nos invitó a mi marido y a mi a una reunión de reiki para darlo conocer a otras personas. La reunión, era en un pasillo ancho rodeada de jardines, como un parque. Mi marido y yo, estabamos de pie detrás del maestro, y el maestro a un poco más de altura, estaba hablandole al publico. La gente, formaban barullo, no se callaban; él le explicaba a la gente que, había personas que se acercaban al reiki por espiritualidad, otros, por trabajo, por ayudar, y otras, por ****me!, mi marido y yo, nos reimos, creo que esas palabras, fueron para él, porque él muchas veces le ha avisado que tiene ego al maestro y tiene que bajarlo. Tiene que cuidarlo. De pronto, paso a otro lugar:

Subiamos la escaleras de un edificio a la primera planta. Todo era blanco, y las paredes de madera en blanco, estilo rústico. Al llegar a planta todo el mundo, (la reunión de gente de antes y nosotros), cada uno, se fue a un lugar de la casa, que estaba expuesta como en un museo. Objetos, personas, etc... Yo, me aparté de mi marido a la parte izquierda en un rinconcito que había allí y me había llamado la atención. Mi marido entro más para dentro con al gente a mirar otras cosas. Me llamó la atención de ese lugar de la casa, porque había un pirata disfrazado, era conocido, pero no recuerdo quién es. El pirata sólo estaba disfrazado, no tenía armas ni nada, ni tapado el ojo, sólo la gorra de pirata y el traje. El hombre se movió y se puso a hacer bromas, trucos y hacerme reir. Al poco tiempo, vino mi marido y me dijo que dejara eso, y siguiera mirando las otras cosas, y le dije que no, que me estaba divirtiendome. Yo no estaba sola, otras personas se había parado allí también para compartir con el pirata su actos. De pronto, Aparece un perro nuestro delante mía y se desmaya y no sé que le pasa, intento mirar si está vivo o no, aun respiraba, pero iba a morir. De pronto, el alma de mi marido, me habla desde el estómago del perro y me dice que le perdone por irse, que se quedaba en el perro para morirse con él. Me me siguió contando, que él estaba enfermo, y que no quería que me enterara, y que había decidido morir así. Miré un momento al fondo de la casa, y le rodeaban gente en el suelo, parecía que se había caído su cuerpo. Yo me angustié mucho. No podía creer que mi marido no me contara que estaba enfermo para ir aceptando al situación (realmente no lo está en la vida real), y encima, que iba a morir dentro del perro y que se iba para siempre. No sabía que hacer para que saliera del perro, no quería que se fuera. Cogi al perro por las patas delanteras delante de la pared que tenía enfrente, todo de espejos de arriba abajo mirando en él, cómo sacudía al perro frente a él por las patas para que el perro despertara, no muriese y mi marido saliese de él. Mi angustia era horrible. Mi marido no se podía ir tan pronto es joven, además, me iba a dejar a cargo con todo sola y no podía, levantar a mi suegro de la cama y acostarlo con las piernas amputadas, mi suegra, la niña, las mascotas, la casa, hablar con la gente de su trabajo, y además, el local que tenemos un centro. La angustia fue impresionante! y me desperté. Tardé una hora en reaccionar para darme cuenta que no vivía el sueño, que estaba despierta, llorando esmorecida sin poder hablar, hasta que caí rendida y me volví a dormir.