Hoy me desperté tras una pesadilla, aunque no me sentí muy inquieta al despertar, después empezó a molestarme, especialmente porque en ese momento me daba miedo de ir a la cocina, que está justo al lado de mi cuarto, que tiene incluso una ventana que da a ella, además de ponerme a pensar en una persona relacionada con el sueño, que es una amigo muy cercano que sólo quiero como eso, un amigo.
El sueño comenzaba conmigo y ese amigo en un mall, íbamos a una tienda y el me compraba algo, no sé qué era, luego recuerdo despertarme en mi cuarto, estaba en ****ma y lo primero que hice fue ver mi celular, teníamos un grupo en Watsap, el nombre eran unos kanjis (japonés) que recuerdo reconocer como "Te quiero" y luego un "Te quiero," en español, escrito al lado. El punto que es que me había escrito algo y le iba a responder que tenía que pedirle permiso a mi papá para salir conmigo, al parecer éramos novios, aunque lo sentía en el sueño sólo como un amigo más, como si saliéramos porque sí. Aquí empieza lo feo.
Me levanté y me acerqué a un espejo que no recuerdo haber visto en mi vida, era cuadrado negro y grande, con detalles dorados, estaba cerca de mi puerta, que estaba habierta, nunca dejo mi puerta habierta ni para cambiarme de ropa ni para dormir, era de noche en el sueño. Me vi en el espejo, me veía más linda, además de tener el cabello largo, peinado en dos coletas y el resto suelo, me solté el resto del cabello y quice ir a ver a mi abuela, su habitación está al lado de la mía. Salí de mi cuarto, pero no prendí la luz, yo siempre prendo la luz al salir de mi cuarto en la noche, miré por la ventana pero no vi el auto de mi papá.
Al llevar donde mi abuela, había una especie de reja del piso al techo de color rojo que la encerraba, sentí como si no fuera la primera que vez que veía la reja, siento en verdad que la eh visto antes. Me acerqué, ella estaba cubierta hasta la cabeza, no podía ver su rostro, se veía muy mal, le pregunté qué le pasaba, pero me dijo que fuera a la cocina, tuve un mal presentimiento, mi voz salió débil y quebrada, apenas articulaba las palabras, con un hilo de voz le pregunté qué pasó ahí, me dijo una vez más que fuera, le pedí que no me lo pidiera, me sentía asustada. Ahí termina el sueño, pero por algún motivo, al despertar, sentí que lo que quería que viera era el cadáver de mi papá.