Era en una casa china. Yo pasé por un baño y me parecio ver una sombra cuando volteo me encuentro con una chica pálida, de cabello negro, que ocultaba su rostro con mechones oscuros de pelo, tenía los ojos negros y un vestido del mismo color solo que desgastado y roto. Parpadeo una vez y desaparece.
Después de eso es como si yo desapareciera y viese todo como una película, como si fuese un espectador en el cine.
La casa tenía forma cuadrado y al medio contaba con un jardín de flores violetas y pasto verde.
Sabía que era peligroso y tenía miedo porque no habían luces sino velas que no alumbran lo suficiente.
Un chico rubio, alegre y de ojos celestes apareció en la sala. Cuando él vino todo se iluminó, la casa tenía los colores suaves del atardecer.
La chica de negro se acercó a él, diciendo que se vaya o si no lo mataría. El muchacho no se fue y en cambio se acerco la chica.
Empezaron a hablar, ella se enamoró porque él era bueno.
Pero no podía dejar que él se acerque a ella. Si se acercaba o él se enamoraba de ella, terminaría mal. Porque ella era mala y todo lo que queria moría.
El chico de ojos azules la amaba.
Ella le entregó su corazón su corazón, un diamante violeta, porque sería su mamera de decir adiós.
El muchacho la abrazó y prometió que nunca la dejaría ir porque ella era todo lo bueno en él.
No recuerdo nada más del sueño salvo la sonrisa de la chica.