Me ví de repente sentada al frente de un microbús, podría decirse que prácticamente iba en la puerta porque podía ver la calle sin que estorbara nada. Al llegar a una parada en una esquina unos hombres me arrebataron mi bolsa y mi celular, bajé y corrí detrás pidiendo ayuda, cuando de momento vi cómo alguién 'salió de una pared' vestido de blanco y logró quitarle mis cosas, luego él (porque era un hombre) venía corriendo hacía mí sonriendo y con mi bolso y celular, no me los dió pero me llevó a una oficina pequeña en donde tenía que declarar lo que había pasado. Pasaron varios testigos y al final me dejaron a mí, era de noche ya. Cuando entré ví a varias personas muy amables, sonrientes todo el tiempo conmigo, pude ver que ahí estaba mi bolsa, no ví el celular pero supongo que ya estaba adentro de ella, igual ya no me importaba porque justo en ese momento se me acercó una mujer, me ofreció sentarme a la mesa con ellos y empezamos a cenar, o eso creo porque yo empecé a pasar algo empanizado (como milanezas), platicaban entre ellos y yo no tenía ni idea de qué hacía ahí. Luego un hombre me daba unos arreglos de flores, los cuales se quedaron sobre la mesa, era como un intento de cortejo. Ese mismo hombre me hacía pararme enfrente de una ventana que tenía una especie de protección, de barandales, y me decía que atravesara la ventana, parecía imposible dado que los espacios eran reducidos, pero justo en el momento en que yo empezaba a meterme pude ver que con ciertas maniobras de mi cuerpo podía pasar sin problema, y lo hice. Cuando logré cruzar la ventana ya estaba la misma mujer que me había invitado a la mesa, muy sonriente comenzó a guiarme por un lugar algo extraño, pero donde se podía sentir mucha tranquilidad. Comencé viendo una especia de alberca pequeña con un chico aparentemente normal al que yo saludaba por cortesía, pero no me contestó, me quedé observándolo y noté que algo extraño había en él, estaba enfermo de algo, no sé de qué, noté que empezaba a manotear el agua como buscándome, buscando sentir algo porque entonces supuse que era ciego, me acerqué para que él pudiera tocar mi brazo y así fué, él sonrió entonces. Salimos de esa habitación la mujer y yo, yo no tenía miedo sino curiosidad por ver más de ese lugar. Empezamos a recorrer algo así como unos salones de clases en los que había personas practicando, aprendiendo, como si los estuvieran ayudando a descubrir sus talentos. Me llevaron al área como de álgebra, símbolos raros que yo no entendía y me salí, entré luego a un cuarto donde se escuchaba música clásica y tampoco me gustó, en otro me dieron una libreta y algo para escribir y no supe qué hacer, volvi a salir con la mujer y yo le decía (creo que hasta ese momento yo me atreví a hablar), le dije "oye, es que a mí no me gusta esto, ¡a mi me gusta bailar!", y sin decir una palabra me tomó de la mano y rápidamente me llevo a lo que era el salón de baile, había personas, comenzó a sonar música tipo rusa y ella se puso enfrente mío, comprendí que era mi pareja de baile, y de la nada comenzamos a bailar, ¡yo me sabía perfectamente su coreografía! Lo raro es que varios de esos pasos de baile se hacían como suspendidas en el aire, y yo no me caía. Momentos después entraron varias chicas, y se sentaron en una especie de cubos metálicos, había uno para mí, al sentarme sentí cómo ese cubo se elevaba al mismo tiempo que veía a las otras chicas ya en el aire cada una en su cubo, preparándose para bailar sobre ellos, me sentía feliz, emocionada, ¡había descubierto mi talento! La música sonó y entonces bailamos felices, sonrientes, con un ritmo ya de música disco. Cuando terminamos obviamente bajé de mi cubo, y entonces vino el momento más hermoso y estremecedor de mi sueño: alguien me tomaba de la mano y me acercaba hacia él, era otro hombre que aparecía en el sueño y cuando yo lo veía sentía nervios, emoción, pero con ganas de estar junto a él, lo ví, era más alto que yo, moreno claro, ojos café claro, labios anchos... entonces fijé mi mirada en su boca porque justo en ese momento se llevó mi mano a su boca y empezó a darme como mordiditas, ¡Dios! no sabía qué me estaba pasando pero sabía que ya no me podría separar de él, me sonreía y me miraba de una manera tal que yo comprendía que él me había estado esperando. Era como si yo estuviera ya incorporándome a su mundo, no conocía a nadie, nadie me había hablado nisiquiera él, pero no hacía falta que me hablara, ya estaba enamorada. Salimos de ahí tomados de la mano y nos topamos con un señor que tenía la "habilidad" de hablar con dos bocas, la normal y otra más pequeña que tenía en el cachete derecho, hasta ese momento comencé a hablar con alguien, mientras platicábamos de las personas que habitaban aquél lugar y de que cada una poseía algún poder, alguna cualidad, nos dirijimos por una calle hasta que me percate que habíamos llegado a la esquina donde me habían asaltado, en ese momento dije "claro! la persona que rescató mi bolsa y mi celular es uno de ustedes!" y me dijo que sí. Muy contenta regresé a buscar a mi amado (no sé en dónde desapareció del sueño), pero al entrar y verlo ahí esperándome me vino a la mente "tengo que regresar con mis hijos", nisiquiera pensé en mi marido, ja! y entré en un pequeño conflicto en el que tenía que decidir quedarme con él o regresar a casa. Sin pensarlo mucho (pero con el dolor por alejarme de él) me di la vuelta y llegué a la oficina por la que yo había accedido a aquel lugar, ahí estaba mi bolsa, la tomé y crucé una pequeña puerta blanca. Apenas salí y dí unos pasos cuando decidí regresar a ese lugar, sí, quería verlo de nuevo... la puerta ya no estaba, era una pared solamente. Empecé a caminar comprendiendo que había estado en otro mundo, donde había gente buena, que se ayudaba, gente amable, alguien que me amaba. Entonces desperté.