La verdad me es difícil recordar los sueños con detalle, pero puedo decir que, al despertar jamás me había sentido tan inquieta tras un sueño.

Soñé con un asesino serial condenado a muerte, el cual se encontraba recluido en una cárcel de máxima seguridad, esperando se cumpliera su sentencia, la cual se le había dictaminado el día anterior. Era conosido por el alias del decapitado, y tenia la característica de cortar el.cuello de sus víctimas.

La tarde luego de la audiencia de sentencia, la abogada penitenciaria se dirigió por rutina a la celda del asesino donde vio que se había liberado de sus cadenas y sin armas y con sus propias manos habia torcido el cuello de los policias que lo custodiaban. Había roto todos los candados de maxima seguridad y estaba a punto de escapar, ella muy torpemente le exige regresar a su celda y el la asesina arrancándole la cabeza con sus manos.
Los medios de comunicación se hacen presentes unas horas después mientras la policía y los forenses están haciendo el debido reconocimiento de los cuerpos, se ven las marcas de sangre al rededor, los camarografos junto con los reportetos haciendo mil preguntas, el cuerpo de la abogada esta bañado en sangre pero su cabeza no aparece en la escena del crimen. Todos notan que es la abogada porque el psicópata les deja una nota grapada en el pecho del cuerpo y adherida la identificación de ella.
Mientras todo eso esta pasando yo me encuentro en la oficina que da diagonal a la escena sentada de espaldas frente a un escritorio y un compañero se encuentra escribiendo lo sucedido en su computadora. Yo estoy muy asustada en el sueño pues de manera extraña yo había presenciado todo el crimen antes de que sucediera. Y le decia al joven que dijitaba en la computadora. "Yo les dije que algo asi iba a pasar". Recuerdo que el sentimiento que manifestaba en el sueño, además del obvio miedo era de enojo por no sentirme escuchada y de depresión pues yo conocía a la abogada. También deseaba vengarme del asesino, al igual que me sentía muy ansiosa porque quería salir de la oficina pero no quería pasar por la escena del crimen y ver el cuerpo sin cabeza y ensangrentado de la abogada, ni ver a los periodistas. Honestamente no se que funcion tenia yo en ese lugar ni porque habia llegado allí o como conocia a las personas del lugar. Pero parecia como si nadie me tomara en serio y como si a nadie le inmutara lo que había sucedido, solo a mi y a los periodistas del lugar que preguntaban ansiosamente sin obtener respuestas