Soñé que era de noche y estaba en mi casa con mis hermanos, mis padres y algunas otras personas que no conozco, como en una reunión. Entre esa gente había un hombre grandote, de mucha fuerza, y de un aspecto nada agradable que tenia una mirada muy ntimidante. Este tipo comienza a molestarme y perseguirme por la casa. Yo corría intentando esconderme y él corría detrás, intentaba hacerme daño. Mis hermanos intentaban ayudarme a esconderme, pero no había manera, siempre lograba encontrarme. Lo que no lograba era atraparme. En un momento dado salgo corriendo de mi casa, y creo que él no se dio cuenta que yo había salido de la casa. En eso aprovechamos con mis hermanos para esconderme en la casa de una familia amiga de uno de mis hermanos, que yo no conocía. Esta familia vivía en otro país, (no se qué país era), pero logré ver 2 o 3 hombres con aspecto árabes y vestidos como tal, y sus vestiduras eran de un color blanco impecables. Estaban sentados en un patio, bajo techo comiendo de una mesa llena de comida y frutas, y disfrutando de un clima muy agradable. Era gente de mucha plata y su casa era muy grande, muy linda, muy acogedora y yo me sentía a gusto y segura en esa casa. Recuerdo estar recostada en posición fetal en la habitación que me dieron, y que entraban los rayos del sol y atravesaban las cortinas y pegaban en mi cara, y yo tenía una sensación de bienestar, una paz y seguridad increíbles. Sentía que ahí ese hombre realmente no podría hacerme daño. Luego me despierto en la misma posición y al abrir los ojos la habitación se había convertido como en una especie de sala quirúrgica pero sin los cuidados higiénicos que debería tener y al lado de mi cama aparece el tipo que me perseguía, pero desnudo de la cintura para abajo y atado en una camilla metálica. Al lado de él estaban parados estos 2 o 3 hombres que antes vi comiendo, y no recuerdo con exactitud si también estaba mi hermano mayor. En un momento estos hombre comienzan a insultar a mi hostigador, y a decirles en forma burlona pero muy furiosos "a ver si ahora puedes poner las manos encima de ella", entre otras cosas. En ese momento veo a uno de ellos que saca un cuchillo de cocina gigante, que parecía un hacha, y con toda furia se lo clava en la entre pierna cortando sus partes, y al levantarlo el hacha estaba llena de sangre, y se turnaron entre ellos para hacerlo. Era una cosa horrible de ver, así que solo me di la vuelta, muy asustada y no quise ver, pero al final recuerdo volver a mi casa y sentirme segura sabiendo que ese tipo ya no podría hacerme daño.