Fue hace mucho tiempo, cuando empezaba a descubrí el porno, me vino un día a la mente que algún día yo ser ese de las películas, convertirme en una estrella, y ****me a alguna amateur, ponerla mirando a Cuenca mientras yo me corría de lo lindo.
Decidí por un destino en la vida adentrarme en lugares mundanos con el fin de poder saber mas acerca de mi próxima profesión.
Para ello, un día decidí irme de putas para saber como es el ****me a una asiática, contacte con una web de anuncios y fui al lugar en cuestión a ponerme fino.
Me abrió la puerta su madame y me dio a elegir entre tres chicas, yo me quede con la mas joven ya que quería que me hiciera una mamada para correrme como un puto mono.
Como estaba caliente de ****, me desenfunde y ella se engancho a mi **** como si no hubiera un mañana, como la chupaba esa ****. Tanto la estrujaba que casi me corro en ese momento pero fui fuerte, y me puse a bombearla hasta sacarle el higadillo. Tenia las tetas pequeñas pero bien peustas, y mientras le daba a la zambomba bailaban sus tetas en mi cara.
Ella me dijo que por un poco mas de dinero, podíamos hacer anal, y yo nunca lo había hecho con lo que le pague y le empece a reventar el culo a ****zos.
Así fue como decidí dejar de pagar y convertirme en actor porno.