Perdón si omito detalles o algunas cosas parecen inconexas, no consigo recordar con claridad todo el contenido del sueño. No obstante lo que voy a contar coincide al 90% con lo que recordaba al despertarme sobresaltado esta mañana a las 5. Más que una pesadilla, ha sido más bien un sueño perturbador. Más que detalles, recuerdo sensaciones. Mi sueño se divide en 3 partes que, naturalmente, saltan de una a otra sin mucha conexión.

PARTE PRIMERA

No recuerdo casi nada de esta parte. Mis únicas sensaciones: me encuentro en una edificación amplia, gris, de cemento, casi carcelaria. La edificación tiene estancias más pequeñas. Coincido con otras personas conocidas, aunque no recuerdo quienes, que o bien me encargan un objetivo o me someten a un desafío. Me siento ligeramente intimidado por las conversaciones con ellos. Transcurre un período de tiempo indeterminado en el que sin salir de ahí mi sueño avanza (no recuerdo nada).

PARTE SEGUNDA

De repente todo se viene abajo. Una de las personas conocidas, que sigo sin recordar, me encarga una misión. Me lo comunica de forma omnisciente, como si lo oyese en mi cabeza y viese su cara flotando. Da todo sensación de estar en la fase final de un videojuego. Básicamente, la edificación (¿o es el mundo?) está siento atacada, y a la vez, conforme transcurre el ataque se va destruyendo. Me explico, es como una especie de cuenta atrás, por eso tenía la sensación de estar en un videojuego. Yo estoy totalmente solo, a excepción de los breves segundos en que la cara de mi conocido se comunica conmigo, los demás han desaparecido. Del techo (¿o era el cielo?) caen rayos de luz arcoiris, con forma de flecha. Caen veloces, como a ráfaga, y quedan clavados en el suelo. La misión que transmite el “conocido” es la siguiente: debo correr sin pararme, evitando los rayos que caen el cielo, y si consigo sobrevivir durante un cierto período de tiempo no sólo me salvaré a mí sino también al resto del mundo. Empiezo a correr, angustiado, entre las diferentes estancias. La voz del conocido me recomienda (¿u ordena?) que me pegue lo más posible a las paredes para evitar los rayos, así que ahí estoy, dando vueltas a todo el edificio gris de color cemento y viendo los rayos caer. De repente, delante de mí se cruza alguien conocido y a quien recuerdo bien. Se trata de una chica, antigua compañera del instituto, pero con quien no tengo ninguna historia más allá de una relación cordial, ida a menos lógicamente por los años y la distancia. La chica se encuentra en mi camino como distraída, ajena a toda acción. Desesperado por la inexorable cuenta atrás intento apartarla explicando mi propósito: si alguno de los rayos me alcanza y no puedo seguir corriendo todo desaparecerá. Ella, horrorizada, asiente y me permite seguir mi carrera.

Y todo se vuelve blanco súbitamente.

PARTE TERCERA

Sigo en el mismo edificio cárcel-polígono-almacén militar de siempre. No hay nadie más. No cae nada del cielo. Hay calma, pero se oye el sonido del viento cuando empieza a formarse la tormenta. Giro la cabeza a la izquierda y observo algo que acaba de aparecer en el lugar, o al menos yo no había reparado en ello. Se trata de una serie de puertas, quizás tres seguidas una tras de otra, pero amplias. Las puertas son las típicas que dan a comedores, ya sea escolares o de cárcel, que se dividen en dos partes y para entrar tienes que empujar una de ellas. Y en el centro, una venta un poco opaca pero que deja ver el exterior. A través de las ventanas pude ver, no un cielo gris, sino un color de imposible definición, mezcla de verde, amarillo y marrón. Unas nubes de mundo post-apocalíptico. El viento comienza a intensificarse. No obstante, no puedo ver del todo el exterior a través de las ventanas, porque están parcialmente tapadas por carteles que las recorren en los que pone lo siguiente:

“EL CAOS MUEVE EL MUNDO...”

¿Qué es esto? ¿Qué puede significar? Recuerdo que hace escasos segundos estaba intentando cumplir una misión... ¿lo habré conseguido? ¿Quién me está mandando este mensaje? ¿Es fruto de alguien pesimista o alguien que intenta amenazarnos? Hay más. Las letras de los carteles empiezan a girar sobre sí mismas, como si fuese un cartel electrónico, y revelan otro mensaje:
“...PERO LOS HOMBRES LO MANTIENEN”

Antes de proseguir con el sueño, un pequeño paréntesis. ¿Qué significa esto? ¿Los hombres mantienen, qué, el mundo, o el caos? Es decir, el mensaje creo que pretende dar lugar a dos interpretaciones:
1.El caos es un elemento básico del mundo. Causa desgracias a cierta gente pero a otras las hace prosperar. De ahí que haga mover el mundo, ya que sin movimientos y cambios no habría progreso. En este caso, se trataría de un caos ambivalente, no malo por sí mismo. No obstante, no consigo entender que habrían de mantener los hombres en esta interpretación. Ni durante el sueño, ni al despertarme mi cabeza acepta esta interpretación.
2.Esta interpretación tendrá más sentido una vez contado el desenlace del sueño. El caos es una fuerza destructiva que mueve el mundo de forma violenta y arrasando por donde va. Son los hombres los que con sus virtudes y esfuerzos mantienen EL MUNDO, no el caos. Es decir, frente a un caos eminentemente destructivo y violento que amenaza el mundo son los hombres los que mantienen el orden y la normalidad.

Prosigo con el sueño. Veo los mensajes del cartel, y extrañado y cansado salgo fuera golpeando las puertas. Delante mío tengo una especie de porche elevado con columnas grises, redondas y de piedra, como si estuviese en la entrada de un edificio ministerial o emblemático. Es decir, justo delante tengo las columnas, y más allá, un patio enorme y gris a unos 3 o 4 metros por debajo de mi nivel. A medida que me acerco y observo todo esto me sobresalto al ver una sucesión de objetos negros (¿chatarra, ruinas, desperdicios, petróleo?) apareciendo volando a toda velocidad y sin control, de derecha a izquierda de mi ámbito de visión. Los objetos vuelan tan seguidos que es como una cadena negra desatada, casi como un golpe que pasa por delante de mí. Entonces es cuando empiezo a perder el control y empiezo a flotar. Intento resistirme, ir hacia la izquierda, pero la fuerza de la gravedad me lleva hacia la derecha, en sentido contrario a donde han salido disparados los objetos. Mientras floto y me intento resistir, solo veo la tormenta con rayos de fondo y a una mujer desconocida a quien no veo la cara acercándose, acercándose con una niña de 3 años japonesa de la mano, que se dirige a mí y me dice algo, asustada pero intentando tranquilizarme. Es la niña que aparece en una película que había visto la noche anterior, por lo que al caer en esta circunstancia me despierto en el acto.

Prometo que no me he inventado ni fumado nada, es tal cual la memoria que tengo del sueño al despertarme a las 5 de la mañana. Suelo tener sueños bastante surrealistas pero ninguno me ha perturbado como este, al punto de que no he podido volver a dormir y he tenido que buscar el mensaje del caos en Google para comprobar si alguien lo había escrito anteriormente. No he encontrado nada relevante, pero en esos momentos temía que alguien hubiese soñado exactamente con el mismo mensaje anteriormente.