Estoy con alguien de mi familia pero no se quién exactamente, solo siento que no estoy sola, quizá mi hijo mayor, pero no lo tengo claro.

Estamos situados en el portal de una casa que no conocemos, muy bonita, blanca, parece un palacio, rodeada de riachuelos artificiales con puentes pequeñitos de barandillas blancas. Todo era muy blanco, luminoso, el paisaje no tenía desperdicio tampoco, era todo muy bonito.

A lo lejos, en la montaña vemos una “boda de pájaros”, todos en manada, pero conforme nos vamos fijando, yo me doy cuenta que no son pájaros, sino murciélagos, del tamaño de un ser humano, volaban todos juntos sin tocarse, formando un tirabuzón horizontal a la tierra. La masa era tan enorme que daba auténtico miedo. Era color gris claro y muy voluminoso, recuerdo esa sensación de volumen.

De repente se acercan dos murciélagos enormes y se acercan a nosotros, a mí y a más gente que había visitando los alrededores de esa casa tan bonita. A uno de ellos lo engancha con la boca, y sin que se vea como lo mata, yo se que lo ha partido por la mitad, pues he escuchado el ruido y he visto las gotas de sangre y parte de sus extremidades. Curiosamente eso sucede detrás de una puerta, por lo que no puede verse el contenido pero sí intuirse perfectamente.

Al acabar con ese chico viene caminando hacia mí y mata a una chica justo delante de mi cara, esa si la veo, pero sucede muy rápido, el método era el mismo, la parte por la mitad con su mandíbula.

Yo me escondo detrás de una puerta de jardín, una puerta muy poco consistente, de rejilla, y echo un cerrojo, pero el murciélago con su mirada me dice que no tengo escapatoria, tarde o temprano caeré.

De repente llega la solución, pues empiezo a correr por los puentecitos y una señora aparece como la dueña de la casa. Una señora sencilla y de alta escala social, se notaba en sus ademanes. Yo, sin pensarlo dos veces, le digo que me deje vivir con ella (en ese momento no se si yo tengo una casa, o un domicilio, ni padres, ni hijos, ni hermanos) a lo que me responde que sí, sin ninguna pregunta, o tipo de objeción.

Me enseña la casa por dentro, que parecía una casa de Hobbit pero tamaño grande, con muchas habitaciones y estancias diferentes, por dentro te podías perder. Me dice que tengo que estar atenta porque si me han elegido a mí en cualquier momento puedo ser descubierta. Me lleva a la cocina y al lado hay una estancia preciosa con un mueble de madera el cual al abrir un cajón se abre una trampilla en el suelo para esconderme.

Me deja claro cual es el cajón que hay que abrir y yo me paso el resto del sueño buscando esa estancia sin encontrarla!! Un agobio me lleva a salir de allí y entonces aparece mi hijo mayor. El me acompaña durante horas para encontrar la estancia y tampoco aparece, así que me saca de allí. Y entonces empieza otra pesadilla, que nada tiene que ver con esta.

De repente estamos en el jardín de la casa de la huerta de mi tía, yo estoy con mi marido, pero no se quien es, tengo un hijo de dos meses, y estamos celebrando una especie de fiesta en el jardín, con barbacoa y parte de la familia estábamos allí

Jorge, mi hijo pequeño (14 años), pero que es muy mayor para su edad y muy inteligente, también un loco de las bicis y las motos, estaba en casa de mis abuelos maternos, los más queridos en mi infancia, pasando el día con ellos (los dos fallecieron hace tiempo, pero en mi sueño están vivos aunque yo no los veo)

Entonces, en el jardín aparecen tres chicos, que entran a robar, uno de ellos lleva una pistola y nos apunta. Mi marido empieza a hablar con él y le convence para que no nos haga nada, así que se van a la parte posterior del jardín esperando que acabe la fiesta.

Entre tanto lío se me olvida el tiempo y mi madre se acerca para decirme que mi abuelo ha llamado para decir que Jorge aun no ha llegado a su casa, que eran las 12 de la noche y que solo había salido con la bici a dar un paseo. Pero yo no me puedo mover de allí, no se cual es la circunstancia, pero nadie me ayuda a buscarle y yo no puedo hacer nada, entonces cojo un teléfono y me pongo a llamar a información para pedir los teléfonos de hospitales para saber si esta en alguno, pero no funcionan los teléfonos (yo no estoy angustiada, solo estoy haciendo eso por ser lo único que podía hacer pero no hay sensación de angustia porque se que no puede haber pasado algo malo).

Entonces en una habitación veo a mi abuelo, mi papa pepe, que tanto lo quiero, pesimista por naturaleza, dramático, siempre pensando lo peor cuando alguien tardaba un poquito, pero adorable. Tenía en brazos a mi bebe de 2 meses y me mira con cara de circunstancias…y me dice la hora que es...y entonces me doy cuenta que solo son las 21.00h y que Jorge no tenía que llegar hasta las 21.30h!!! La sensación era que habían pasado dos días…pero no.

Me despierto y vuelvo a estar en la casa del primer sueño, con Adrián, y se que yo había llegado antes que él, por lo menos 24 horas antes, y no paraba de buscar la estancia del armario, y lo primero que hago es preguntarle si Jorge había llegado finalmente, a lo que me responde que por supuesto que si.

Entonces me despierto y no vuelvo a soñar más.