Sueño que me he mudado de piso. Vuelvo a vivir con mis padres, y creo tener unos 10 años menos que ahora. En el sueño me instalo en una de las habitaciones más grande del piso. La primera vez que entro en la habitación es normal: tiene cama, un armario, y todo está ordenado. No tiene ventana.
Salgo de la habitación para recibir a un amigo. No lo distingo. Le enseño la nueva vivienda, pero no me fijo en los detalles. Se que mis padres y hermano están por ahí porque los oigo. Llegamos a la habitación: ahora es más grande. Sigue estando igual, pero a la izquierda de la cama nos percatamos de un espacio inmenso, el cual está lleno de trastos viejos. Y al fondo, una puerta blanca. Nos acercamos a ella y la abrimos. Da a un pasillo, parece de servicio. Para entrar en el tengo que subir un escalón bastante grande. Y en el pasillo me siento pequeño. Hay una puerta metálica, parece que se ascensor por el tirador y la botonería, pero bastante vieja. En el lado derecho, otra puerta blanca, pero más estropeada. Me percato que todo está sucio. Me voy a dar la vuelta, y la puerta blanca se abre. Me acerco a ella y se vuelve a cerrar. Lo repito varias veces. Al final reúno valor y me acerco. La puerta da un portazo, y cuando voy a acercar la mano el tirador se mueve hacia abajo un poco. Es dorado. Lo abro, y lo que veo es un cuarto de baño simple. Sin bañera ni ducha. Solo el lavabo y el inodoro, todo bastante sucio. Vuelvo mi vista al tirador por dentro de la puerta, y se mueve completamente hacia abajo. Volteo la puerta, y veo una mano cercenada en el tirador. El tono de la piel es entre verdoso y amarillento. La cojo y me dirijo a la puerta de la habitación para enseñársela a mi amigo, que en todo momento estuvo parado en el umbral. Cuando se la doy, otra mano gigantesca me agarra del tronco, y siento como me tira a una bañera grande llena de agua caliente o ácido, no lo distingo. Me despierto. La sensación no es de miedo ni de asco o malestar. Simplemente me despierto.