Sueño uno.
Me encuentro caminando por un barrio que para mi, en el sueño, era el barrio donde cuando era niña vivían mi tía y mis primos con una botella de vino blanco en una mano y un vaso de jugo en la otra (ayer hubo eso para tomar en casa).
Paso por una vivienda que tenía la fachada cubierta con madera, esto me hizo acordar un poco a un almacén que de toda la vida está cerca de la casa de mis abuelos. Lo curioso es que en el sueño mis abuelos vivían allí y por alguna razón yo hace muchísimo no entraba a su casa.
Cuando me asomo para saludar a mi abuela la veo mirando para afuera pero ella no me había visto, la saludo y no se contra que choca la botella de vino, sale mi abuelo y me pide un trago, toma uno pequeño.
Después de hablar un rato veo que tienen los mismos peces que hace muchísimos años tenían-en el sueño recuerdo preguntarme cómo había vivido tanto-. La pecera tenia un poco de verdín y los marcos de fierro que tenían estaban algo oxidados y con la pintura saltada; en su interior había un pez gris lodoso, uno naranja con los ojos saltones y muchos otros cuyas características no recuerdo. (En la vida real mis abuelos nunca tuvieron peces pero no me abandona la idea de haberlos visto en algún otro lado)
Paso más adentro en la casa y voy a ver al resto de los animales que tenían, estos estaban dentro de la pequeña piecita que en verdad forma parte de la casa de mis abuelos. Ahí había muchos tipos de hamsters, ratas domésticas y hasta una especie de nutria calva y ciega.
Si bien me dan miedo los roedores por algún motivo estos no, sabía que no me iban a morder. Estaba tranquila viéndolos hasta que se empiezan a escapar (por alguna razón estaban en jaulas con cuadrados muy espaciados y no en peceras) entonces me puse tensa, tenía miedo de que los pisaran o se escaparan fuera de la casa y otro animal los matara. También estaba nerviosa porque estos animales caminan raro- todos menos la nutria- con la parte de atrás doblada, como si se hubieran golpeado y quedaron mal, me daba lástima que estuvieran irremediablemente lastimados .
Trataba de agarrarlos y enjaularlos pero se salían, hasta que encontré una palangana verde como la que hay en casa pero más grande donde los empecé a ponerlos para que no pudieran trepar y salirse. En eso llega mi hermano y para ayudarme mi hermano agarra una de las ratas y la revolea para tratar de meterla en la palangana cae fuera y la rata se golpea, trata de levantarse y no puede, quedó de costado.
Sueño dos.
Es un dia de lluvia estoy volviendo a comprar, entonces veo un perro grande, fornido marrón chocolate con el pecho blanco y pequeñas orejas dobladas hacia abajo que corre y ladra hacia mi.
Tengo miedo, pero me doy cuenta de que el perro no viene a atacarme, lo acaricio, se enrosca en mis piernas como tapandome de algo. Veo pasar gente en una moto que me mira y el perro les ladra.
El perro me acompaña a dos cuadras de mi casa donde se queda en un negocio -esas cuadras no se ven como las de mi casa, tienen grandes árboles a los costados de la calle, calle que es de tierra como lo era hace años la de mi casa-.
Casi al llegar a mi casa veo como el perro viene corriendo a toda velocidad, llega a mi casa, quería dejarlo entrar pero no sabía si se iba a llevar bien con mis perros, ni si mis papas iban a querer que se quede.
Lo dejé pasar, al primero que fue a ver fue a Thomas mi dogo argentino , el nuevo perro era bastante más grande que él, se llevaron bien, luego llegó Tutti y al principio no hubo ninguna reacción desfavorable.
Para mi sorpresa mi papá quería quedarse con el perro y mi mamá no, pareciera que también tuviera miedo que no se llevara bien con los perros o no le gustaba que fuéramos a dejar a entrar a ese perro y no a Clifford el perro que mi hermano no iba a poder llevarse cuando se fuera.
No recuerdo bien porque ahora pero Tutti se empieza a gruñir con el perro, que al final era una perra al que por algún motivo quería llamar Fiona, quizás era porque estaba pensando, en el sueño, en quien podría adoptarla en caso de no poderse quedar en casa y me acordé de una amiga que tenia una perra de raza robusta con ese nombre.
Mamá dice que esta muy bien cuidada para no tener dueño, que iba a ver si en el grupo de Whatsapp de los vecinos alguien lareconocia y encontrabamos al dueño.
Se comienzan nuevamente gruñir con Tutti pero luego de que las retamos se llevan bien.
Eso es lo que recuerdo del sueño de hoy, pero hay un detalle que me llamaba la atención pero que no puedo ubicar en que parte del sueño apareció, la habitación donde está la computadora en mi casa estaba llena de colchones con sus respectivas sábanas y mantas y allí dormían Tutti y Thomas. En la vida real solo Thomas duerme ahí pero en su cama para perro.