Cierta hora en algún punto desconocido de mi subconsciente.

Heme aquí, enfrente de dos extraños encerrados en una enorme y sombría construcción abandonada.

La luz era azul y tenue, había una sensación de humedad y tristeza en el entorno, un gran pasadizo con fríos pilares de concreto daban al final mientras los opacos ventanales no daban noción de algún exterior existente.

¿Un grupo de, "especialistas"?, Me daba igual, parecía alma en pena entre tantas personas que aparecieron de golpe.

Pedían no hacer ruido, puesto que "esa cosa" podría oírlos. Precisamente ya sabía de qué hablaban puesto que esa inenarrable criatura había comido de una manera increíblemente violenta y grotesca a una persona. Parecía ayer, cuando ví que tomo a ese sujeto de color, lentamente le cubrió la cabeza con una especie de proboscide y agresivamente lo destazó hasta comerlo a pedazos grandes, el sonido de sus ahogados pero fuertes gritos de dolor era traumante.

Sabían a lo que iban, quizá sabían lo peligrosa que era mi forma de ver al mundo para ellos.

La adrenalina me llenaba a la par que una terrible sensación de miedo. Para sorpresa había alguien haciendo un poco de ruido, no era más que un talentoso baterista, la criatura le escuchaba y lentamente acercaba una de sus enormes raíces carnosas a la entrada de la zona de percusión.

Callaron al baterista lanzandole una cabeza deformada y este sin más salió despavorido, perdiéndose en ese pasillo lleno de pilares.

Sabía lo peligrosa que era la criatura, sin embargo era la primera vez que podría verla ya que el suceso anterior solo fue a sombras detrás de una tela pobremente iluminada.

Sin hacer ruido pasaba a una pared cercana en una habitación oculta de los sentidos de aquella criatura, había un agujero de algún ladrillo faltante y por fin pude hechar un vistazo a la criatura que tanto amenazaba a los especialistas.

No era más que una masa carnosa y deforme, sin ojos y con solo una boca de la cuál apenas se distinguían unos cuantos filosos dientes aunque puntiagudos, al parecer estaba enraizada ya que estás dichosas bases empezaban a invadir las paredes del agujero de la criatura.

Se veía moribunda ya que lentamente daba respiros más largos y Grandes. Sin más dejo salir posiblemente a sus futuros progenitores por montones. Enormes criaturas insectoides hechas de carne y hueso que se arrastraban mientras sus "pieles" seguían rojas.

Estábamos decididos a salir de ese lugar.

Caminando lentamente fui yo el primero en salir, subía unas escaleras hacia algún lugar del que todavía no sabía, al fondo, gritos; habían muerto.

En un instante, de un parpadeo sabía que no estaba en ese lugar y que estaba soñando, podía pensarlo así que necesitaba irme tan pronto como pudiera de ahí.

Sin más empecé a correr en varios coloridos túneles, colores brillantes y agradables, iluminados e infantiles, pero algo me perseguía y podía sentirlo.

Me encontré con un par de "Supervivientes" y los tres buscamos la manera de salir de ese laberinto infernal.

Las criaturas eran indescriptibles para mí propia percepción humana así que dejo libre a la imaginación que tan horridas y deformes pueden ser.

Al fin habíamos llegado al final del laberinto, había un enorme botón que daba la libertad absoluta de ese sueño, quería despertar.

No esperé más y presionamos, los tres, el botón y una enorme compuerta se abrió, era la libertad para los tres en menos de 2 días.

Había caído rendido y en segundos estaba disfrutando del poder despertar de ese sueño.

¿Espera, que rayos hago en una sala hospitalaria abandonada?

No estaba despierto, seguía dormido, el sueño me tenía sedado, sin más encontré a dos personas más y al cabo de unos minutos desperté, la escena final: una enorme casa - construcción con una morbida cantidad de portones.