Salía de un curso, mi abogada quiso hablar de un tema conmigo pero le pedí que espere porque debía hacer una pregunta al profesor, este no me atendió, abrí mi bolso y vi un teléfono viejo y grande que no era mio, se lo dí al profesor.
Salí buscando a mi abogada pero no la encontré, quise llamarla por teléfono y al abrir el bolso encuentro dos teléfonos que no son mío, pero uno no es un teléfono, es una consola, pienso en quien pueda ser el dueño para devolverla, voy caminando por la acera, buscando mi teléfono dentro del bolso para hablar con mi abogada, la calle está cortada por una balla de obras y un roto en el suelo, doy la vuelta y me cruzo con unos chicos de varias edades entre 16 y 30, ellos saltan la balla, al dar la vuelta para cruzar me doy cuenta de que no tengo el bolso, pero yo lo llevaba así que me doy cuenta de que los chicos me lo robaron, les veo entrar en una ferretería, voy detrás y antes de entrar encuentro sobre un muro mi libro de familia, lo cojo,veo en la calle un grupo de perros grandes, entro en la tienda y veo a los chicos riendo, tienen mis cosas, incluso mi ordenador, cuando me acerco todos se van menos el joven le pido mis cosas, se rie, agarra mi cabeza por la frente con una mano, quiero defenderme, no puedo intento pegarle, morderle pero no puedo, el se sonreía, con una mano en mi frente y con la otra me hace cosquillas, pero no las siento solo me dá rabia el no poder defenderme, luego el chico me suelta y se vá caminando cruzando por el otro lado del mostrador, hay gente en la tienda, todos me ignoran, veo que en la ferretería hay una azotea donde están ellos haciendo una fiesta, pido prestado un movil para llamar a la policía pero nadie me lo dá, al fín una chica lo saca, pero le dan 50 euros y cambia de opinión, le digo a la chica que Dios se lo devuelva multiplicado por diez y me presta el teléfono, me alejo un poco hacia la puerta de entrada y llamo a la policía Nacional pero alguien que lo oye les dá el chivatazo por eso se van de la azotea así que subo detrás de ellos y me encuentro sentadas a unas señoras disimulando, como si hubieran estado allí todo el día, la policía no viene conque sigo el rastro, cruzo la azotea y hay un local muy elegante, se asoma un hombre elegante le pregunto por los chicos y me dice que ellos suelen ir allí muy amenudo, me deja pasar, el local parece como un pub sin sillas ni mesas, pero con la barra y esculturas alrededor, el hobre me dice que esa pandilla hace lo que quiere y está muy protegida por los habitantes del pueblo, salgo por la otra puerta perseverando en recuperar mis cosa, documentos, 50 euros, dos teléfonos, el ordenador... pero suena el despertador y no logré recuperar nada.