"Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno. »"
"Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador, porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada."
Con esos dos versículos empezó mi sueño, fueron claros, una voz muy dulce los estaba proclamando. Pero ¿quién los estaba anunciando? Ese hermoso ser estaba de espaldas, tenía tres pares de alas, se veían suaves y majestuosas, eran muy blancas, su cabello dorado, un manto blanco como la luz, manos grandes y fuertes, de una altura aproximadamente de 1.90cm, contextura atlética. Volteo su rostro hacia mí, sus ojos de un azul intenso, este ángel tenía la apariencia de un hombre, su rostro no tenía una sola arruga, nariz griega, y piel blanca.
Era Gabriel, el ángel de la anunciación. El recinto donde estábamos olía a rosas, y me dijo:
Este aroma que percibes son las oraciones que las personas han entregado a su mama. Cada oración representa una rosa, las cuales forman el sendero de la vida. El sendero estrecho, que aunque dulce y hermoso, lleva las espinas que coronaron a Jesús. Cualquiera que entre en ese sendero deberá estar preparado para sufrir por El. Y así fue, Gabriel se hizo a un lado y pude ver el sendero de rosas, parecía un camino infinito. Dentro de mí pensé, esos orientales sí que han visto cosas espirituales, de uno u otro modo las plasman en las caricaturas. Aun así, me cuestioné algo, si no estuvieran las rosas, ¿qué pasaría? Gabriel conociendo los pensamientos, me dijo, si no estuviesen esas rosas el camino no existiría, son precisamente las rosas las que forman el camino. Y cada una de ellas es diferente al resto, ya que cada rosa representa unas espinas y unas alegrías de un ser individual. Entendí entonces que las espinas que coronaron a Cristo eran los dolores de la humanidad.

Como bien sabes, María junto con El espíritu de Dios, dio entrada al mundo al Salvador; el camino es Jesús, Un sendero doloroso como su pasión, pero también hermoso. María tiene la labor de seguir formando a Jesús: He ahí un misterio; cada persona es una imagen de Él, en cada ser podemos ver un Jesús crucificado, o un Jesús muerto, o un Jesús torturado, o un Jesús resucitado. Por eso dice en la Palabra que cuando Él tuvo hambre, o estuvo en la cárcel, algunos se acordaron de Él y otros no.

Jesús te dio a María por madre al pie de la cruz, ella ha de ser tu consuelo cuando estés pasando las peores dificultades de tu vida, que nadie te robe eso jamás. No lo permitas, que el diablo está formando un ejército de tinieblas, porque bien sabe él que ella aplastará su cabeza. La odia con un odio que nadie puede imaginarse, ella que ha traído al salvador. No sé por qué me acordé de Terminator, como ese robot persiguió a la mamá del que iba a salvar al mundo, e hizo todo a su alcance para destruirla.

En ese momento pude ver a María descender hasta donde yo estaba por ese sendero, sus bellos pies atravesados por las espinas, y sangre salía de su ser. Se me lagrimearon los ojos cuando la vi. Una voz dulce muy dulce empezó a decirme: Hijo no llores, soy feliz de poder llevar cada angustia de mis hijos. Así como tuve los dolores de parto, estos aún siguen vigentes hasta el fin del mundo, porque cada uno de ustedes es hijo mío.
Su rostro era tan tierno, sus ojos puros y cambiaban de colores, ella podía aparecer en la raza y forma que deseara.
Entonces un coro que venía de lo alto se pronunció:
Coronada de Ternura, coronada de Amor, coronada de Pureza, coronada de Gracia; Tú que has llevado en tu vientre Misericordia y Salvación, eres ejemplo de la humanidad, para que ellos forjen a Jesús en sus corazones.

Ella me dijo: hijo mío no temas en pedirme algo que todo lo que me pides yo suavemente se lo susurro a mi hijo al oído. A través de su Espíritu todos podemos estar en un mismo instante en todas partes. Él sabe lo que necesitas antes que se lo pidas, pero se siente muy feliz cuando lo pides, porque eso es activar la fe.

Solo hay un único mediador y un único camino entre Dios y los hombres, y ese es Jesús; eso es verdad, lo que significa es que debes vivir como El, cuando mueras debes probar que tu vida sea tan transparente y pura como la suya, que Dios vea en ti a Mi hijo resucitado.

Intercesores puedes tener muchos, tus amigos y familia incluso pueden interceder por ti, pero al final solo Jesús vivo puede conducirte al cielo.